Cuando ya no nos gusta un mueble, se ha deteriorado o simplemente no combina con el resto de la decoración, podemos darle un aire nuevo. Esta vitrina quedó restaurada con unos cuantos refuerzos de buena madera y varias manos de pintura de calidad.
ASÍ QUEDÓ TRAS SU RESTAURACIÓN.
ANTES DE PINTARLA.
Quitamos las puertas de cristal.
Preparamos todo lo necesario.Para pintar las puertas es necesario tapar los cristales.
Las baldas del armario habían cedido, las reforzamos con unos listones de madera para que puedan soportar más peso.
El siguiente paso será pintar. Utilizamos una turbina de calor(pistola), que no crea ambiente y el secado es más rápido.
Se utilizó una imprimación al agua para que fije la pintura. Y luego se pintó con esmalte laca al agua de color blanco.
Ya tenemos nuestra vitrina restaurada. Ha quedado como nueva y mucho más resistente.
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